Sergio
Schoklender volvió a la carga. En las últimas horas, el ex apoderado de
la Fundación que dirige Hebe de Bonafini confesó que durante los años
90, esa agrupación tuvo "la idea de enviar compañeros para formarse" con
los narcoguerrilleros y reveló que en la Universidad de Madres de Plaza
de Mayo se guardaban armas, porque "la lucha armada era la única
salida".
Esos y otros dichos los sostuvo en una entrevista que le fue realizada por Radio 10. Allí, aseguró que "muchos contactos de las Madres y el envío de armas se hacían en Venezuela con Chávez siendo militar".
Los
dichos de Schoklender son de una gravedad extrema y ameritan a que la
Justicia tome cartas en el asunto. Sin embargo, no se trata más que de
la confirmación de lo que ya se sabía o presumía.
Por caso, Tribuna de Periodistas publicó parte de esa trama
en el año 2008, cuando empezaron a llegar a la Argentina prominentes
miembros de las FARC, la mayoría de ellos con generosos prontuarios.
“(La
Argentina y otros países) además de estar ligados al poder venezolano a
su vez tan vinculado a las FARC, permiten también por razones
ideológicas —avivadas por tantos grupos radicalizados enquistados a la
sombra del poder—, que por sus respectivos territorios circulen
tranquilamente y se alojen miembros de la organización narco-terrorista.
Y por ende, que hagan caso omiso a las advertencias giradas durante más
de tres años por los colombianos”, publicó Tribuna en esos días.
Lo
interesante del caso es que no se trata solo de la complicidad de Hebe
de Bonafini, sino también del Gobierno de los Kirchner. De lo contrario,
jamás podrían haber ingresado esos personajes —y las respectivas armas—
a la Argentina.
La Argentina, país generoso
Los
primeros indicios de que miembros de las FARC ingresaban a territorio
argentino, fueron aportados por la inteligencia colombiana a través de
oportunas “alertas” enviadas al Gobierno y que fueron respondidas “con
evasivas o simplemente no fueron tomadas en cuenta", como aseguró un
funcionario del gobierno de Colombia el 18 de diciembre de 2006. Allí se
advertía sobre la presencia en territorio argentino de siete miembros
de las FARC.
Lo demás fue publicado en la nota antes referida y merece reproducirse nuevamente:
El
diario "El Tiempo" se preguntó en 2008: "¿Romaña en Argentina?". Tal es
el alias de Henry Castellanos Garzón, un conocido miembro de la
organización, coordinador de las cuadrillas del bloque oriental de las
FARC y, como señala el diario bogotano, "tristemente célebre por las
pescas milagrosas". Así se llama a un método de secuestro masivo
utilizado por las FARC en las carreteras colombianas. Lapidariamente, el
diario agrega: "Aunque se le compartió información sobre la posible
presencia de Henry Castellanos, Argentina jamás informó de los
resultados de esas investigaciones".
A
su vez el diario "El País", de la ciudad colombiana de Cali, recordó
que el diputado argentino Guillermo Cantini había reclamado a su
gobierno, en mayo de 2005, información sobre la presunta presencia de
enviados de las FARC, y afirmó que Jairo Alfonso Lesmes, alias "Javier
Calderón", mantendría actividades en la Argentina y "es considerado el
canciller de las FARC para el Cono Sur". Por supuesto que el
requerimiento del diputado Cantini duerme desde que lo hizo, hace tres
años, el sueño de los justos.
Pero presentemos en sociedad a "Romaña", el
jefe de uno de los frentes de las FARC que parece haberse paseado
alegremente, como otros de sus camaradas, por tierras argentinas, con
los buenos auspicios de la administración kirchnerista en cualquiera de
sus versiones, masculina o femenina. Y conste que mirar para otro lado cuando hay alertas y el tipo anda por el territorio ya es en sí un auspicio.
Henry
Castellanos Garzón —"Romaña"— es un bogotano de alrededor de 40 años,
de tez blanca y aproximadamente 1,73 de estatura. Ingresó a las FARC a
comienzos de la década de 1980, tras militar por varios años en la
Juventud Comunista (JUCO). En la capital colombiana su actividad se
centró entonces en los barrios del sur, como Ciudad Kennedy y Meissen,
donde combinó la militancia política con la gimnasia terrorista. Allí
fue que, al quedar "marcado" por las autoridades y para evitar su
captura, "Romaña" ingresó a las FARC, donde rápidamente se destacó por
su habilidad en la fabricación de artefactos explosivos.
Concluyendo
El
escándalo por el ingreso de casi 800 mil dólares en el año 2007, ¿tuvo
que ver con un pago de favores por la “facilitación” del trabajo de las
FARC en la Argentina?
Quienes
conocen esa trama en detalle aseguran que sí, que ese dinero estaba
destinado a la campaña política de Cristina Kirchner y que era solo uno
de los cuatro millonarios envíos que se hicieron a través de valijas
venezolanas.
Como
se anticipó en este sitio, Schoklender habla con “cuentagotas” y
promete seguir revelando escándalos de diversa índole. Se trata de
mensajes al poder por sentir que le han soltado la mano.
Entre
íntimos, el ex apoderado de Madres ya reveló cuál será su próxima
embestida: el blanqueo de dinero venezolano en la Argentina. Otra bomba y
van…
Christian Sanz
Fuente : http://periodicotribuna.com.ar