24 de mayo de 2012

BRIGADIER GENERAL DON JUAN MANUEL JOSÉ DOMINGO ORTIZ DE ROSAS Y LÓPEZ DE OSORNIO:



"¡Qué grande, señores, y qué plausible debe ser para todo argentino este día consagrado por la Nación para festejar el primer acto de soberanía popular, que ejerció este gran pueblo en mayo del célebre año mil ochocientos diez! ¡Y cuán glorioso es para los hijos de Buenos Aires haber sido los primeros en levantar la voz con un orden y una dignidad sin ejemplo! No para sublevarnos contra las autoridades legítimamente constituídas, sino para suplir la falta de las que, acéfala la Nación, habían caducado de hecho y de derecho. No para rebelarnos contra nuestro soberano, sino para conservarle la poseción de su autoridad, de que había sido despojado por un acto de perfidia. No para romper los vínculos que nos ligaban a los españoles, sino para fortalecerlos más por el amor y la gratitud poniéndonos en disposición de auxiliarlos con mejor éxito en su desgracia. No para introducir la anarquía, sino para preservarnos de ella, y no ser arrastrados al abismo de males en que se hallaba sumida España.

Estos, señores, fueron los grandes y plausibles objetos del memorable Cabildo abierto celebrado en esta ciudad en 22 de Mayo de mil ochocientos diez, cuya acta deberá grabarse en láminas de oro para honra y gloria intensa del pueblo porteño. Pero ¡ah!...¡Quien lo hubiera creído!...Un acto tan heroico de generosidad y patriotismo, no menos que de lealtad y fidelidad a la Nación española y a su desgraciado Monarca: un acto que ejercido en otros pueblos de España con menos dignidad y nobleza, mereció los mayores elogios, fue interpretado en nosotros malignamente como una rebelión disfrazada, por los mismos que debieron haber agotado su admiración y gratitud para corresponderlo dignamente.

Y he aquí, señores, otra circunstancia que realza sobre manera la gloria del pueblo argentino, pues que ofendidos con tamaña ingratitud, hostigados y perseguidos de muerte por el gobierno español, perseveramos siete años en aquella noble resolución, hasta que cansados de sufrir males sobre males, sin esperanzas de ver el fin, y profundamente conmovidos del triste espectáculo que presentaba esta tierra de bendición anegada e nuestra sangre inocente con ferocidad indecible por quienes debían economizarla más que la suya propia , nos pusimos en manos de la Divina Providencia, y confiando en su infinita bondad y justicia tomamos el único partido que nos quedaba para salvarnos: nos declaramos libres e independientes de los Reyes de España, y de toda otra dominación extranjera.

El Cielo, señores, oyó nuestras súplicas. El cielo premió aquel constante amor del orden establecido, que había excitado hasta entonces nuestro valor, avivado nuestra lealtad, y fortalecido nuestra fidelidad para no separarnos de la dependencia de los Reyes de España, a pesar de la negra ingratitud con que estaba empeñada la Corte de Madrid en asolar nuestro país. Sea pues nuestro regocijo tal cual lo manifestáis en las felicitaciones que acabáis de dirigir al gobernador por tan fausto día; pero sea renovando aquellos nobles sentimientos de orden, de lealtad y fidelidad que hacen nuestra gloria, para ejercerlos con valor heroico en sostén y defensa de la Causa Nacional de la Federación, que ha proclamado toda la República. De esta causa popular bajo cuyos auspicios en medio de las dulzuras de la paz, de la tranquilidad, podamos dirigir nuestras alabanzas al Todo Poderoso y aclamar llenos de entusiasmo y alegría.

Viva el Veinte y Cinco de Mayo
Viva la Confederación Argentina
Mueran los Unitarios impíos."

25 de Mayo: ¿Qué festejamos?



Tradicionalmente prevalecía la visión liberal y masónica de Mayo. Mayo era un dogma indiscutido, en virtud del cual debía repetirse que la patria había nacido en 1810, bajo los sacros auspicios de la democracia, del liberalismo y de la macabra Revoluta de 1789.

España era una madrasta malísima -como la de las patochadas infantiles de Walt Disney- y habíamos hecho muy bien en sacárnoslas de encima. Los realistas eran tiranos opresores, los revolucionarios eran libertadores, y cada quien ocupaba su bando de malo o de bueno en los libros de texto. ¡Manes de parabienes!

No le faltaba fundamento in re a esta visión. Porque efectivamente, este Mayo liberal, masónico, antiespañol y aún anticatólico había existido. Quien se acerque a las malandanzas de Castelli, Moreno y Monteagudo -entre tantos otros- podrá comprobarlo. Otrosí queda penosamente al descubierto cuando se consideran los escritos o los actos del curerío progresista de entonces, más confundidos que Casaretto después del Summorum Pontificum de Benedicto XVI.

Por eso desde Roma llegaron voces legítimamente recelosas sino admonitorias respecto del movimiento revolucionario, como lo ha probado Rómulo Carbia en su La Iglesia y la Revolución de Mayo.

El Mayo masonete existió y es aborrecible. Existió y fue el que terminó imponiéndose, salvo durante el interregno glorioso de Don Juan Manuel. Los zurdos -que atacan a Roca por lo que tuvo de bueno- suelen decir que “es preferible un Mayo Francés a un Julio Argentino”.

Tengo para mí en ocasiones, ante tanta confusión, que es preferible que no haya mayos.

Los revisionistas -salvo alguno que creyó ver en el 25 de Mayo un 17 de octubre avant garde, y en el gorro frigio al famoso pochito con visera- en principio, pusieron las cosas en su lugar. Al menos los mejores de sus representantes probaron que hubo otro Mayo.

Monárquico, hispánico, católico, militar y patricio; enemigo de Napoleón -que no de España-, fiel a nuestra condición de Reyno de un Imperio Cristiano, en pugna contra britanos y franchutes, filosóficamente escolástico, legítima e ingenuamente leal al Rey cautivo, y germen de una autonomía, que devino forzosamente en independencia, cuando la orfandad española fue total, como total el desquicio de la casa gobernante. Federico Ibarguren y Roberto Marfany, entre otros, se llevan las palmas del esclarecimiento y de la reivindicación de este otro Mayo.

Mas nadie ha empardado, en claridad y en rectitud de juicio, al Mayo Revisado de Enrique Díaz Araujo.

Tampoco faltan hechos y personajes para probar la existencia de este Mayo genuino. Están las Memorias de Saavedra, la Autobiografía de Domingo Matheu, la de Manuel Belgrano, las cartas de Chiclana, Viamonte y Tomás Manuel de Anchorena. Está la obrita curiosa de Alberdi, El Gobierno de Sudamérica, y el mensaje magnífico de Rosas a la Legislatura, del 25 de mayo de 1836. Y hasta las fábulas humorísticas de Domingo de Azcuénaga están para nuestro entendimiento de la época.

¿Qué festejamos ese día? El Mayo masón desde ya que no. Ese será el del Bicentenario Oficial. Un festejo tan desnaturalizado y horrible como lo fue el de la gloriosa Reconquista y Defensa de 1806-1807. Será el Mayo falsificado y ruin, liberal y marxista, agravado por el magisterio soez de Felipe Pigna -nuevo Taita Magno de la Historia, como lo ridiculizaría Castellani- según el cual, Moreno fue el primer desaparecido y Saavedra el primer represor. Y lo peor es que a esta obscenidad llaman algunos ahora revisionismo histórico.

El Mayo de algunos de nuestros entrañables amigos españoles, tampoco podríamos festejar. Para ellos lo de aquí fue una simple traición a España; y aunque traidores hubo, sin duda, tuvo aquel acontecimiento protagonistas centrales transidos de lealtad y de fidelidad, de arraigo espiritual y encepamiento religioso, de recto y fecundo amor al solar natal, de prudente, gradual y legítimo sentido de emancipación americana.

El Mayo de los revisionistas heterodoxos, que vieron en aquellas jornadas de 1810 un alzamiento de orilleros resentidos y desarrapados rencorosos, tampoco es celebrable. Entre otras cosas, porque no existió. El piqueterismo es cosa de este siglo. Tampoco el Mayo de los católicos liberales, que creyeron calmar sus conciencias encontrando alguna tonsura entre los revolucionarios, aunque enseñaran las peores macanas modernistas.

Si algún Mayo recuerdo con gratitud, emoción y decoro; con absoluta austeridad de manifestaciones festivas, es el que encarna aquel Comandante de Patricios, que afirmando con meridiana claridad que se alzaba contra franceses e ingleses -y contra todos aquellos que aquí o acullá quisieran comprometer el destino de estas tierras franqueándoles las invasiones- puso su condición militar al servicio de Dios y de entrambas Españas.

De él dijo Braulio Anzoátegui: “Saavedra era un militar que jamás andaba sin uniforme, porque comprendía que un militar sin uniforme es una persona peligrosa que de pronto le da por pensar como un político cualquiera, y piensa y es capaz de olvidarlo todo; es como una dueña de casa que olvida lo que vale la docena de huevos. En esto se parecen las malas dueñas de casa a los malos militares: en que no saben cuánto valen los huevos”.

Saavedra lo sabía. Y tenía fama de saber estas cosas fundamentales. Por eso, el Capitán Duarte lo quiso proclamar Rey de América. Pero Moreno lo acusó de borracho y lo desterró de la ciudad. También desterrado acabaría Saavedra.

Curioso destino el de nuestros hombres de armas. Si no saben cuánto valen los huevos los nombran Generales. Si proclaman nuestra soberanía pasan a la historia por borrachos.

                                                                                                 Antonio Caponnetto

9 de mayo de 2012

La Eutanasia ya es Ley...se creen dueños de decidir cuando y como una persona debe morir...






Por unanimidad, la Cámara alta sancionó el proyecto que permitirá rechazar terapias. Los legisladores discuten ahora la iniciativa de identidad de género. Si bien en el recinto se insistió durante el debate en que esta no era una ley de eutanasia, la nueva ley contempla la posibilidad de quitar alimentación e hidratación a los pacientes terminales lo cual constituye formalmente legalización de la eutanasia.
Esta ley modifica el inciso e) del artículo 2° de la ley 26.529 -Derechos del paciente en su relación con los profesionales e instituciones de la salud- en el que se incluye el siguiente texto: "También podrá rechazar procedimientos de hidratación o alimentación cuando los mismos produzcan como único efecto la prolongación en el tiempo de ese estadio terminal irreversible o incurable". Esto significa que la persona no moriría como consecuencia de su enfermendad sino de hambre o sed, esto es privar de la vida quitándole cuidados que cualquier persona necesita y por lo tanto es un homicidio o suicidio según la perspectiva que pueda adoptarse.
Tras más de cuatro horas de debate, el Senado convirtió en ley por 55 votos a favor el proyecto de muerte digna que reconoce el derecho de los pacientes "a aceptar o rechazar determinadas terapias o procedimientos médicos o biológicos con o sin expresión de causa, así como también a revocar posteriormente su manifestación de voluntad".
El debate sobre la muerte digna cobró especial relevancia tras el caso de Camila. La beba nació muerta el 27 de abril de 2009, pero fue reanimada. No le funciona ninguno de sus sentidos y tampoco tiene conciencia. Respira y se alimenta de manera artificial.
Sus padres reclaman precisamente "una muerte digna" para la pequeña, que ya cumplió 3 años y pasa sus días internada en el Centro Gallego de Buenos Aires.
Fuente : http://www.argentinosalerta.org
 

Perversion Antinatura Democratica


El Senado dio luz verde a la ley de identidad de género

La iniciativa, aprobada con 55 votos a favor y una abstención, será especialmente beneficiosa para la comunidad transexual ya que permite la rectificación registral sin obligación de acreditar intervención quirúrgica ni terapias hormonales u otro tratamiento psicológico o médico

 
 
 
El Senado aprobó esta noche una ley que le permitirá a toda persona rectificar en los registros públicos el sexo, imagen y nombre de pila con el que fueron inscritos al nacer cuando no coincidan con la identidad de género autopercibida.
La iniciativa, aprobada con 55 votos a favor y una abstención, será especialmente beneficiosa para la comunidad transexual ya que permite la rectificación registral sin obligación de acreditar intervención quirúrgica ni terapias hormonales u otro tratamiento psicológico o médico.
"Que el Senado trate y apruebe el proyecto es un hecho histórico que engrandece a la democracia, a la Constitución nacional y los derechos humanos. Es un acto de justicia y reparación, un grito de libertad y dignidad frente a los años de silencio cómplice, de exclusión y discriminación que sufren las personas en base a su identidad de género autopercibida'', dijo Pedro Paradiso Sottile, abogado coordinador del área jurídica de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA).

Ante la solicitud de cambio de identidad, el Registro Civil debe proceder a emitir una nueva partida de nacimiento ajustándola a los cambios
CHA ha sido uno de los impulsores de la ley de identidad de género, que en el texto se define como ``la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento''. Ante la solicitud de cambio de identidad, el Registro Civil debe proceder a emitir una nueva partida de nacimiento ajustándola a los cambios.
Uno de los artículos más controvertidos de la ley refiere a los menores de 18 años, quienes podrán iniciar el trámite de rectificación registral a través de sus representantes legales. Si no tuvieran su consentimiento, un juez tendrá que intervenir.

Para que la ley entre en vigencia debe ser promulgada por la presidenta Cristina Fernández y luego publicada en el boletín oficial
Para que la ley entre en vigencia debe ser promulgada por la presidenta Cristina Fernández y luego publicada en el boletín oficial. Se descuenta que la mandataria dará su aval a la norma ya que el bloque oficialista votó en el Senado por unanimidad a favor de la misma. Argentina fue en 2010 el primer país latinoamericano en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Si bien en otros países, como Uruguay, ya se ha legislado sobre la identidad de género, este proyecto "es de vanguardia en el mundo'' por los beneficios que garantiza, dijo César Cigliutti, presidente de la CHA.
Entre otras razones porque obliga al sistema de salud público y privado a brindar a toda persona el acceso a intervenciones quirúrgicas totales y parciales y/o tratamientos integrales hormonales para adecuar el cuerpo, incluido su genitalidad, a su identidad de género autopercibida sin necesidad de exigir previa autorización judicial o administrativa.
Estas prestaciones, además, serán incluidas en el Plan Médico Obligatorio, por lo que los prestadores de salud de sindicatos y de empresas privadas no podrán exigir a sus beneficiarios un pago extra por las mismas.

Agencias Télam y AP