Hebe de Bonafini y su Fundación Madres de Plaza de Mayo quedaron inmersas en un nuevo escándalo. Esta vez el episodio se dio en la provincia de Chaco. La Fundación y un movimiento piquetero de la provincia que maneja Emerenciano Sena, hombre ligado al gobernado Jorge Capitanich, habían armado un proyecto habitacional de 500 viviendos que iban a ser construidas de manera conjunta. Sin embargo todo quedó paralizado, denuncias mediante, y hasta incluso hubo un enfrentamiento “a los tiros”, según confirmo Raúl Castells.Según publicó el diario Clarín, “las caras visibles de la batalla --que avanza en los medios y tribunales locales-- son Sergio Schoklender, el administrador de la fundación, y Emerenciano Sena, un dirigente social que adquirió notoriedad por algunas acciones polémicas, como un escrache a Elisa Carrió en un aniversario del golpe militar y la detención en un piquete a una ambulancia que llevaba ayuda de urgencia para un enfermo grave, que luego falleció”.
Dardos cruzados. Pese a que no sabe como comenzó todo, Sena dice que Schoklender ejercía un control autoritario de los trabajos y que los obreros estaban en negro. Por su parte, la Fundación Madres explica que el desencuentro se dio por la resistencia de Sena a que las obras fueran auditadas.
El matutino Clarín dijo que “Schoklender visita con frecuencia Resistencia para monitorear el caso y acusa a Sena de haber desviado fondos para financiar las movilizaciones de su organización social. '¿Cómo le pueden creer a alguien que mató a sus padres?', contraatacó el piquetero”.
El dirigente piquetero Raúl Castells se metió en la interna y confirmó que la discusión se dirimió “a los tiros”. “Lo que hay acá es un enfrentamiento violento entre grupos ligados al gobierno nacional por plata; le quemaron el coche a uno de los testigos y a la jueza también le rompieron el vehículo; en las últimas horas hubo enfrentamiento a los tiros", explicó Castells en declaraciones a Radio 10.
Perfil.com
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