31 de enero de 2011

Cristina reparte $ 1000 millones a obras sociales sindicales antes de las elecciones

En una decisión que ratifica su voluntad política de mantener a rajatablas la alianza con Hugo Moyano en pleno año electoral y busca moderar las expectativas gremiales ante el arranque de las paritarias, la presidenta Cristina Fernández ordenó ayer por decreto repartir entre las obras sociales sindicales unos $ 250 millones acumulados en el denominado Fondo Solidario de Redistribución (FSR), lo que constituye la primera parte del compromiso del Gobierno de distribuir $ 1.000 millones en favor de los gremios antes de los comicios de octubre próximo. La determinación oficial, dispuesta a través del decreto 77/2011 publicado ayer en el Boletín Oficial, configura el primer reparto de fondos del FSR a las obras sociales desde principios de 2008, durante la gestión de Graciela Ocaña en el Ministerio de Salud, y apunta a dar respuesta al insistente reclamo motorizado desde la conducción de la CGT en los últimos meses.

La orden para distribuir $ 250 millones entre las prestadoras médicas sindicales antes del 31 de enero es apenas la primera etapa del plan del Gobierno de repartir un total de $ 1.000 millones antes de los comicios de octubre. Según adelantaron fuentes gubernamentales, el Ejecutivo proyecta emitir otros tres decretos en abril, julio y para disponer la distribución de los restantes $ 750 millones que completarían los fondos prometidos por Cristina a Moyano para 2011. “Van a salir tres decretos más que definirán la totalidad del reparto anual”, aseguró un portavoz oficial.
A la espera de ese compromiso, en la central obrera celebraron ayer la decisión del Gobierno de comenzar a distribuir los recursos del FSR, donde en los últimos años se acumularon cerca de $ 6.000 millones que los gremios reclaman como propios. “Es una señal importante que esperamos se mantenga en el tiempo porque la situación financiera de muchas obras sociales es realmente crítica”, dijo entusiasmado un dirigente cercano a Moyano. Otro sindicalista insistió en la misma idea: “No se entiende como varias entidades están hoy desbancadas por los gastos cuando en el Fondo hay recursos suficientes que son de los trabajadores”, remarcó.
Los sindicalistas también festejaron la fórmula establecida por la administración kirchnerista para la distribución de los fondos, un esquema que –enfatizaron– beneficiará a las entidades sindicales por sobre las obras sociales de dirección y las prepagas. Ocurre que esa fórmula fija que sólo el 30% de los $ 250 millones se asignarán según la recaudación total de aportes y contribuciones de cada entidad, mientras la mayor parte de los fondos se repartirán a las prestadoras de origen de cada actividad y a las que prestan servicios a la población no subsidiable (jubilados, monotributistas, desocupados, pasantes y servicio doméstico).
Al dar respuesta a un histórico reclamo sindical, la decisión de Cristina parece encaminada a recomponer la relación con Moyano tras el distanciamiento generado luego de la muerte de Néstor Kirchner y a la vez fortalecer la sociedad política con la CGT con la mira puesta en las elecciones de octubre. Pero en la previa al inicio de las paritarias, el reparto de fondos a las obras sociales también se inscribe en un intento por contener las demandas salariales de los gremios y preparar el terreno para que los aumentos no superen el 25%.
Por otra parte, el decreto del Ejecutivo se publicó un día después de que el miércoles el Gobierno decidió a través de una resolución de la Secretaría de hacienda la asignación de una partida de $ 276,3 millones de pesos para cubrir la ejecución presupuestaria y los gastos de funcionamientos de la Supeintendencia de Servicios de Salud, el organismo encargado de controlar a las prestadoras médicas sindicales.

(elcronista)

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