15 de mayo de 2011

CFK amenaza con un paso al costado poco creíble

En el emotivo discurso del jueves en José C. Paz, la presidente fustigó a los sindicalistas del petróleo, de Aerolíneas Argentinas y claramente a Hugo Moyano, calificándolos de extorsionadores. Lejos de atemorizarse, el líder camionero le transmitió a Héctor Recalde que estaba incólume y tal vez más fuerte que nunca. Cuando Julio Piumato dijo “nadie se suicida, menos la jefa”, no habrían sido palabras solitarias sino previamente autorizadas por Moyano. Es más, irónicamente le dijo “jefa”, término que utiliza Sebastián Berensztein en su columna dominical del diario Clarín, en la que analiza con sorna la realidad nacional.

Tal como quedó hasta ayer este proceso, CFK aparece debilitada. Podría haberle ordenado al ministro de trabajo Carlos Tomada que ejecutara represalias de distinto tipo contra la Federación de Camioneros que conduce Pablo Moyano. Pero no lo hizo.

Distinta fue la solución oficial aplicada al conflicto generado por los petroleros del sur, gremio ajeno a Moyano y que declaró un paro por tiempo indeterminado. Allí hubo un llamado de atención de Tomada, que hizo que levantaran el paro el jueves y ayer llegaran finalmente a un acuerdo con refinerías y destilerías.

No se sabe si el ministro de trabajo conminó a Pablo Moyano a no hacer más amenazas de un paro general bajo apercibimiento de intervenirle el gremio. Si lo hizo, cabe suponer que el hijo de Moyano se mató de risa.

Amenazas retóricas

Como es lógico, vuelve a hablarse de que el gobierno podría sugerirle al juez federal Norberto Oyarbide que proceda a la detención de Moyano en la causa de la denominada mafia de los medicamentos. Sugestivamente, ayer el mismo juez envió un exhorto a Suiza referido a una investigación antiquísima como es la que se relaciona con una cuenta suiza perteneciente al senador Carlos Menem. El significado político de esta operación parece claro: el gobierno intentaría despegarse de sus arreglos con Carlos Menem y Ramón Saadi.

Es sabido que la presidente tiene mucha calle, nació en Tolosa, un barrio marginal y tripero de La Plata. Primero trabajó desde los 17 años como empleada y luego fue un cuadro de la militancia universitaria para continuar como legisladora provincial y nacional. Reflejos no son entonces lo que le falta a la presidente, que sabe perfectamente que si Moyano termina preso el gobierno se suicida. Basta recordar -como término de referencia- que cuando llegó el exhorto suizo y Moyano amenazó con un paro, Cristina le pidió por favor a Julio de Vido que parase al camionero, cosa que hizo con rapidez.

En definitiva, el discurso de José C. Paz fue una amenaza a Moyano: si éste sigue bloqueando plantas fabriles y aumentando la presión salarial, ella optaría por no presentarse a la reelección. Sin embargo, todo indica que si Moyano no le hace caso, CFK iría igual por la reelección. Si gana, tendría por delante cuatro años muy duros con ajustes que ella no quiere y conviviendo con la belicosidad del camionero y sus buenos muchachos
Fuente: Codigo Rojo

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